Aún a finales de la década de los cincuenta, vivir cerca de un molino era todo un privilegio a la hora de preparar unas ricas arepas. El conocido pan venezolano requería de una preelaboración muy primitiva antes de llegar a las mesas y estómagos de los consumidores
La arepa era preparada y consumida por los aborígenes del territorio actual de Colombia, Venezuela y Panamá desde antes de la llegada de los españoles. En la actualidad es considerada un icono gastronómico de Colombia y de Venezuela, y una herencia común compartida por estas naciones
Cuéntame:

–¡Uuuhhhy, mi hija hay que levantarse temprano! Porque después hay mucha gente y se nos enfría la masa..
–Tranquila abuela. Yo voy rápido. Ya el señor del pilón me conoce. No te preocupes, mañana nos desayunamos con arepas…
En las mañanas este diálogo era el pan nuestro de cada día en casi todos los hogares caraqueños. Pilar el maíz no estaba al alcance de todos. En Caracas, distintas pilanderas recibían el maíz para transformarlo en la harina con la que se preparaban las ricas arepas.

Otros con menos tiempos y pericia se acercaban a las tostadas de los hermanos Álvarez, ubicada en la Gran Avenida, entre Plaza Venezuela y Sabana Grande.

–¡Yaaaa… Sácala del budare y pásala al fogón..!

Pero la familia Álvarez también debía pilar el maíz muy temprano para poder contar con la harina de las codiciadas y demandadas tostadas.
–Epale, Heriberto, prepárame una multisápida…
–De inmediato, ingeniero…

Pero el cliente, quizás, más importante que tuvieron los Álvarez en su local fue el ingeniero Luis Caballero Mejías. Quien una noche se presentó con una bolsita de harina y les dijo:
–Muchachos, yo preparé esta mezcla, a ver si las arepas me quedan igual a las de ustedes. Prueben. A ver como les resulta.
Les pidió que la probaran. Y les explicó que eran dos kilos de maíz, primero sancochados, luego molidos y posteriormente secados.
A los Álvarez les fue muy bien con esa mezcla. Era mucho el trabajo que se ahorraban al no tener que pilar todos los días el maíz.
Y cómo no les iba a ir bien, si lo que estaban utilizando era la fórmula de lo que ahora se conoce como la Harina Pan.

Pero, el ingeniero no logró la industrialización de su invento y un buen días un señor llamado Lorenzo Mendoza Fleury perfeccionó, desarrolló y patentó una fórmula basada en los principios del invento del ingeniero Luis Caballero Mejías. Lo demás es historia conocida.
Llegó la Arepa Instantánea
Aún a finales de la década de los cincuenta, vivir cerca de un molino era todo un privilegio a la hora de preparar unas ricas arepas. El conocido pan venezolano requería de una preelaboración muy primitiva antes de llegar a las mesas y estómagos de los consumidores.

Los granos de maíz se cocían en las casas y una vez que presentaban un aspecto blanco y humeantes, el insigne interesado debía trasladarse al centro de molienda más cercano, hacer una resignada cola y esperar que se moliera el cereal, el cual era luego recibido en forma de una blanca bola de masa, desde luego colocada en el mismo recipiente en que había sido entregado a los encargados del lugar.

Otro sistema, tan agotador como el anterior, era el de los molinos caseros o manuales, lo que implicaba una dura y adicional faena para las amas de casas.
Los primeros pasos por liberar a los caraqueños de esa fastidiosa tarea los encontramos en los registros del Ministerio de Fomento de 1954. Allí se documentó la primera patente del producto “La Arepera”, harina precocida, realizada por el ingeniero venezolano Luis Caballero Mejías:
“PATENTE N° 5.176 del año 1954 Luis Caballero Mejías, ingeniero mecánico de profesión, inventa la harina precocida, denominada Harina de Masa de Maíz o Masa de Maíz deshidratada, patentada en Venezuela bajo la Ley de Propiedad Industrial y Comercial, ante el Ministerio de Fomento N° 271, mes 7, Registro General 5.176, de fecha 04-06-1954.
El invento dejó atrás al pilón y al molino de maíz

Una vez lograda la patente y el permiso para su industrialización, el ingeniero comienza los primeros pasos para la compra o construcción del edificio en donde funcionaría la industria de La Arepera, pero lamentablemente el novedoso invento nunca llegó a comercializarse, por parte de Caballero Mejías, quien aún con múltiples obstáculos para desarrollar el proceso industrial de este proyecto y con el apoyo de algunos de sus socios sacó al mercado varios empaques que identificaban la nueva forma de hacer las arepas en un corto tiempo.

A finales de los años 50 factores políticos, económicos y la delicada salud que aquejaba al ingeniero Caballero Mejías, impidieron el desarrollo de la empresa que tanto deseaba formar este ingeniero venezolano, prestado a la educación. Esto se puede inferir de su comunicación dirigida a la Asamblea General de Accionista, cuando inicia su carta con esta reflexión:
“Cuando traté de fundar una Compañía para explotar la patente de mi propiedad “Masa de maíz deshidratada” los invité a participar en ella de buena fe. Sabía que el negocio era bueno, que la harina era buena y por lo tanto el resultado no podía ser malo”.

La verdadera historia de la arepa se inició poco después de este invento. Al pasar el tiempo, se popularizó el consumo de la arepa con diversos rellenos.

Caballero Mejías sugería colocar en el empaque las diversas formas de preparar la arepa y sus derivados con la masa “La Arepera”, entre ellos:
Arepa Salada Frita, Arepita Dulce, Hallaquitas de Chicharrón, Carato de Masa y otros.

El tradicional alimento en su forma de preparación artesanal, todavía muy distante a la producción industrial a la que luego fue sometido, representaba para el país un interesante motor del desarrollo microeconómico.
Cifras sobre el proceso industrializador indican que para 1964 existían en Venezuela alrededor de 725 pilones de maíz. En 1967, tres años después, sólo quedaban 489 unidades productras de ese tipo.

todo un hallazgo ese invento q disputan una gran empresa contra un ingeniero . pero la misio importante ha sido el que hiciero la vida mas facil para preparar el alimento mas consumido en el pais junto al arroz y la pasta . de no ser por esas ideas y avance del producto . la gente seguiria en la tediosa labor de pilar o moler maiz q es una operacion de mas de 3 o 5 horas para poder preparar arepas . y con una poca de harina precocida en 15 minutos ya hay arepa
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al Cesar lo que es del Cesar. permitirme decirles que no fue Luis Caballero Mejías ni Lorenzo los inventores de la harina pre cocida de maíz. .permitanme decirles de donde nació la idea. De los tantos emigrantes que llegaron a nuestro país después de la segunda guerra mundial, llegaron a a barlovento unos alemanes los que al ver el potencial agrícola de exportación de esa zona se radicaron en la población de Capaya y como en Alemania no se da el plátano y el cambur hicieron una torrefactora para disecar los mismos para de esta manera exportarlo a Europa en forma disecada porque de esa manera no se descomponían posterior a esto empanzaron a sacar la harina de plátano la cual les dio muy buenos resultados.
En una oportunidad vieron como los barloventeños preparaban la maza de miz para hacer las criollas arepas y estudiaron todo el proceso lo que combinado con el conocimiento que tenían de la harina de plátano lograron hacer un tipo de harina de forma muy artesanal y decidieron contratar a un ingeniero para que hiciera unas maquinarias para la producción en mayor escala de dicha harina contratando a luis caballero Mejías ingeniero mecánico, este ingeniero viendo el potencial de este descubrimiento se apropio del mismo y comenzó a buscar un socio capitalista que es donde se encuentra con lorenzo que al final es quien patentiza el invento y lo deja por fuera, o sea el pez grande se come al pez pequeño. todo lo demás es pura falsedad, ni uno ni el otro inventaron nada fueron estos valerosos alemanes que con su capacidad de innovación y la inocencia de nuestro pueblo lograron la combinación perfecta. es mas el galpón donde se hizo por primera vez la harina pre cocida aun existe y es como dije antes en Capaya ..
attm. Jairo Perdomo
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Me ha dejado sin palabras…. Gracias
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bueno yo soy ingeniero mecanico y he trabajado en la industria de alimentos concentrados para consumo de animales y en estos momentos me llama la atención la producción de harina de maiz precocida y voy a desarrollar me en eset campo para bien de todos y darle el merito tambien al ingeniero Luis Caballero Mejias mi nombre si lo quieren conocer es Pedro Miguel Tortolero Abache y naci cuando el pilon murio y mi padre tenia uno me acuerdo como se salio del negocio cerro la santamaria por una nueva novedad de consumir la arepa y ahora creo que otra epoca donde hay que inovar cosas nuevas por la situación del país
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Excelente iniciativa! Le recomiendo el Postgrado Interfacultades en Ciencia y Tecnología de Alimentos; Facultad de Ciencias, UCV , Caracas.
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Si el Ingeniero Luis Caballero Mejías registró la patente en 1954, como lo afirma su hija, que de paso no es nada fácil conseguir una patente, Empresas Polar, debe reconocer públicamente que quien realmente diseño los equipos y el proceso de transformación del maíz en harina fue el Ingeniero Luis caballero Mejías en las instalaciones de la antigua técnica industrial Luis Caballero Mejías (ETI) (lo cortés no quita lo valiente). Orgullo Venezolano que demuestra que los venezolanos sí podemos mejorar nuestra calidad de vida a través del estudio, la preparación y la investigación conducente a satisfacer nuestras necesidades. En la actual Facultad de Ciencias, al menos debería haber una placa de reconocimiento al Ingeniero Luis Caballero Mejías porque fue allí donde nació la harina de maíz precocida, producto 100 % venezolano. Honor a quien honor merece.
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Y ahora hemos vuelto a comprar maíz ya pilado lo sancochamos,lo molemos con licuadoras o maquinas de moler y hacemos nuestras ricas áreas,mejores por cierto que las de la harina casi desaparecida…
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[…] a través de El invento de la harina de maíz precocida en la Caracas de moliendas — Caracas cuéntame Caracas […]
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