Caracas siempre fue, ha sido y esperemos que siga siendo, una ciudad hospitalaria. No sólo por lo amable y alegre de su gente, sino además por haber contado siempre con lugares apropiados para recibir a sus visitantes, del extranjero y del resto del país. Una interesante crónica de Nikolajs Sidorkovs, arquitecto (Universidad Central de Venezuela, 1971), diseñador gráfico, especializado en arquitectura interior, hotelería y museística, nos invita a un interesante de la ciudad que se niega a morir
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HOTEL SAINT AMAND. Monjas a San Francisco
Dos militares estadounidenses estuvieron en Caracas en 1857, y el relato de su estadía fue publicado en la revista “Harper’s New Monthly Magazine” y este artículo a su vez fue publicado en el diario La Esfera el 3 de enero de 1942.
En la mención del hospedaje relatan: “…frente a nuestra posada están las altas paredes de un convento, que la Revolución y el terremoto parecen que han respetado; hay aquí unas sesenta monjas venerables que ocupan esta manzana principal de la ciudad”.
Es el terreno en el cual Antonio Guzmán Blanco erigió el Congreso Nacional entre 1870 y 1877. Es de suponer que esta posada sería la más digna de la ciudad, que posiblemente en el curso del tiempo se transformó en el Hotel Saint Amand.
GRAN HOTEL. Bolsa a Mercaderes
El Gran Hotel fue fundado por Juan Rodríguez Cordero en 1909, año en el cual comenzó el régimen del General Juan Vicente Gómez. Ubicado entre las esquinas de Bolsa a Mercaderes, en el mismo inmueble que durante mucho tiempo ocupó la afamada posada “El León de Oro” de los hermanos Delfino (según Guillermo José Schael).

Su decisión obedeció a la buena perspectiva que constituía para tal tipo de negocios: la celebración del Centenario de la Independencia y al hecho que antes había sido gerente del conocido Hotel Klindt.
En El Cojo Ilustrado, de 1911 y 1912 aparecen con frecuencia avisos como el que sigue: este establecimiento –el Gran Hotel de Caracas- ha sido remodernizado notablemente al estilo europeo con piezas empetatadas y empapeladas (acabados de pisos y paredes) con zócalos al óleo, alumbrado eléctrico y muebles a todo lujo. Entre estas piezas hay las de primera para las personas que deseen tener el confort de los grandes hoteles de Europa, con un salón recibo alfombrado, su baño, water closet y un bidet. Varias fotografías de los salones, las habitaciones, la cocina y el personal formaban también parte de estos anuncios. Ellos permitían apreciar el ambiente y la importante posición que ocupó, sin duda, en la vieja Caracas.
Huéspedes importantes del Gran Hotel fueron, entre otros, el barítono Tita Ruffo, Alexander Graham Bell (inventor del teléfono) y la gran bailarina Anna Pavlova.

El terreno el Gran Hotel posteriormente fue ocupado en 1939 por el Teatro Ávila, proyecto del arquitecto Rafael Bergamín.
HOTEL KLINDT, en la esquina La Marrón
De este hotel poco se conoce. Solo que funcionó en la esquina La Marrón, cuyo gerente, como se apuntó antes, fue Juan Rodríguez Cordero.

HOTEL KLINDT, en la esquina La Torre, Plaza Bolívar
El Hotel Klindt se mudó al edificio Washington en la esquina de La Torre en la Plaza Bolívar.

HOTEL MAJESTIC, Plaza Jose Gregorio Monagas
En las proximidades de 1930, en vista de la escasez de hospedaje de categoría existente en Caracas, y ante la perspectiva que la ciudad recibiría un crecido número de delegados y visitantes extranjeros, con motivo de la Conmemoración del Centenario de la muerte del Libertador, el señor Eloy M. Pérez decidió construir un hotel que llamó Majestic.

Durante todo este tiempo celebrativo, el Majestic alojó a todas estas personalidades, y fue el lugar escogido para la celebración de suntuosas recepciones diplomáticas.

Diseñado en parte por el arquitecto catalán Marcelino Mari, fue terminado por el arquitecto español Manuel Mujica Millán, y construido en la Plaza Monagas, frente al Teatro Municipal, configurando con el semicírculo de sus columnas neoclásicas, un espacio urbano muy particular, en cuyo centro estaba la estatua de José Gregorio Monagas (el presidente que en 1853 decreto el final de la esclavitud en Venezuela).

El Hotel Majestic fue inaugurado al público el 30 de diciembre de 1930, convirtiéndose en el punto neural de aquella Caracas que circulaba en los alrededores de la Plaza Bolívar.

Demás está decir que entre sus ilustres huéspedes figuraron los toreros Belmonte y Manolete, los artistas del Metropolitan Opera House de Nueva York, y tal vez, el más célebre de todos, Carlos Gardel en 1935.
HOTEL AVILA, San Bernardino
“Fue así, como Nelson Rockefeller con un grupo de amigos y asociados fundó en 1940 la Compañía de Fomento Venezolana reuniendo 3 millones de dólares de capital inicial, del que su familia aportó un tercio, el otro tercio los socios venezolanos (entre los cuales estaban los Vollmer y los Boulton), y al resto de las compañías petroleras, se lee en los Rockefeller.

El proyecto piloto de la compañía resultó ser el Hotel Ávila, inaugurado el 11 de agosto de 1942.
Aquí se nota que algo inusual se estaba gestando en San Bernardino, primera urbanización residencial, con casas individuales en medio de jardines, creada en las “afueras” e inmediaciones del final de Caracas.

El hecho de Nelson Rockefeller concebir un hotel de lujo para los visitantes estadounidenses y por ende europeos, y encargar su diseño al arquitecto de su familia, Wallace Harrison (Lincoln Center New York 1963/1968) significaba un gran cambio en Caracas, ya que hasta esa fecha la vida comercial y social de Caracas giraba alrededor de la Plaza Bolívar, y el hotel de lujo era el Majestic (1930) ubicado enfrente del Teatro Municipal”.

El TIEMPO de la americanización hotelera

HOTEL WALDORF. San Bernandino (1944)

HOTEL POTOMAC. San Bernardino (1948)

HOTEL ASTOR. San Bernardino (1950)
Esto, a su vez, generó la aparición de una serie de hoteles, que sin serle competencia al Ávila, eran hoteles comerciales de primera, que significativamente se les iban otorgando nombres altamente de atracción comercial, tales como “Waldorf” de 1944, dos cuadras al sur de la Embajada de los Estados Unidos de Norteamérica, “Potomac” (río que atraviesa Washington DC) de 1948 que introdujo el concepto de “bar americano” y fue residencia de la Gran Compañía Italiana de Opera de Pietro Milana en 1961 y en 1963 hospedó a la estrella de futbol: Alfredo Di Stefano (quien fuera secuestrado en él), que se erigió dos cuadras al sur de la Shell, y el “Astor” de 1950 en la plaza La Estrella.
Complementando la aparición de estos nuevos hoteles, también aparecieron tres famosas Fuentes de Soda, estas eran lugares informales para reunirse y tomar, escuchando música, a veces de rocolas.

En la plaza Rubén Darío, a la izquierda de la entrada del Bulevar Vollmer, la Pacífico con un aviso en bombillos en dos tonos de azul imitando cielo y mar, fue muy famosa; la del Hotel Potomac, y en la calle El Ávila, antes del cruce con la El Parque, la Haya, que tuvo sus “hermanas”, una El Campo, frente al Coney Island en Los Palos Grandes, y la otra en Bello Monte.

El Centro se resiste en el TIEMPO
HOTEL EL CONDE, Esquina El Conde

Pero ante esta americanización, el 1 noviembre de 1948, en la esquina El Conde, a una cuadra de la Plaza Bolívar abre sus puertas este hotel, que en alguna forma es equivalente a los hoteles “americanos” de San Bernardino.

Este hotel en el tiempo tuvo un evento genial: el 29 de noviembre de 1957. Eran los tiempos en los cuales en Caracas, tanto en el Hotel Tamanaco, así como los cines Lido de El Rosal y el Broadway de Chacaíto no se admitían personas de raza negra.

Ante este bochornoso racismo impuesto evidentemente por los estadounidenses en un país en el que predominaban los mestizos y los mulatos, alguien tuvo la idea de trasladar a “Satchmo” al Hotel El Conde, en el cual fue el reverso de la moneda, considerándolo Huésped de Honor, ya que en ese tiempo ya era una figura legendaria, le dieron la Suite Presidencial.
Fue tan relevante este tratamiento, que cuando Armstrong regresó a principios de los años sesenta, una vez cambiado el Gobierno, en lugar del Hotel Tamanaco previsto fue directamente a Hotel El Conde.

En el Hotel El Conde también en octubre de 1965 se hospedó la compañía “Teatro Griego del Pireo” con su gran actriz Aspasia Papathanassiou, que interpretó en griego los dramas de “Electra” y “Medea” en el Aula Magna de la UCV.
Nace el TIEMPO hotelero del Este

HOTEL TAMANACO, Las Mercedes

La línea aérea estadounidense Pan American Airways, a través de su fundador, Juan Trippe, estableció la Intercontinental de Hoteles, para abrir un “Hotel Americano” en cada ciudad en la que llegaba esta línea aérea.
La idea fue incentivar a los “gringos” a viajar después de Segunda Guerra Mundial asegurándoles que serían atendidos en inglés, y que comerían su comida “gringa”, y así mismo su hamburguesa y su Coca Cola. También para aquellos con espíritu aventurero, en cada hotel habría la posibilidad de degustar un plato nativo.
El primer hotel fue en Belém de Pará, Brasil en 1946. Y el 2 de diciembre de 1953, con la presencia del Coronel Marcos Pérez Jiménez, se abría en Caracas el Hotel Tamanaco, en un proyecto de los arquitectos Holabird, Root y Burgee, con la asistencia de Gustavo Guinand, crearon una colina “arquitectónica” en la colina al final de Las Mercedes.

De más está señalar, que con el advenimiento del Este, el Hotel Tamanaco se volvió El Punto. El plato nativo para los aventureros gringos era: el Pabellón Criollo.
Este mismo grupo de arquitectos estadounidenses crearon al mismo tiempo y con el mismo propósito, el Hotel del Lago de Maracaibo.
Un milagro en el TIEMPO del Ávila
HOTEL HUMBOLDT, Cerro El Ávila o Warairarepano

El Arq. Gregory Vertullo en el libro de su coautoría “Hotel Humboldt, Un milagro en El Ávila” cuenta: el proyecto del Teleférico de Caracas se debe al entonces ministro de Obras Públicas, Julio Bacalao Lara, quien convenció a Marcos Pérez Jiménez, presidente de la República, de construir un sistema de transporte aéreo mediante cable, con la finalidad de crear un nuevo espacio de desarrollo turístico que sirviera tanto a la ciudad de Caracas como para el Litoral central.

Esta idea fue del agrado del presidente, y se amplió rápidamente con la incorporación de una edificación hotelera, gracias a un comentario oportuno que se le atribuye al entonces ministro de Fomento, Silvio Gutiérrez, tal como lo refiere el ingeniero Gustavo Larrazábal, quién tuvo una figuración estelar en la coordinación general de este ambicioso proyecto.

El proyecto del conjunto, impulsado por el gobierno, optó por la contratación del arquitecto Tomás José Sanabria, una decisión que el mismo presidente tomó, luego de conocer que Sanabria fue el autor del edificio de la Electricidad de Caracas en 1954.
El Hotel Humboldt fue inaugurado el 29 diciembre de 1956, y con el paso del tiempo, dado que es propiedad del estado venezolano, ha sufrido los embates del paso de un gobierno a otro. Actualmente el Hotel se encuentra en estado de recuperación total bajo el mando del arquitecto Gregory Vertullo.
En los TIEMPOS del Centro Simón Bolívar
CARACAS HILTON, Plaza Morelos

En la zona de El Conde, al sur de la avenida México en un tiempo, el Banco Obrero resolvió reurbanizar esa zona, y dedicarla al desarrollo de unidades de vivienda de clase media bajo los criterios de los arquitectos Miguel Menéndez y Mario Bemergui y financiados por el Banco Obrero.

En 1965 el ingeniero Juan Sánchez Carranza fue designado para gerenciar la reconstrucción del primer edificio de este desarrollo, el E1, en un hotel de primera categoría, para lo cual fue contratada la compañía Díquez, González y Rivas. Después de mucha reconstrucción, nació en1969, el Caracas Hilton, el cual manejado por las expertas manos del Barón Marcos von Nesselhauf, llegó a constituirse en el Gran Hotel de Caracas por muchos años, y sus fiestas de fin de año aún se rememoran entre los afortunados y privilegiados asistentes a ellas.

Maravilloso recorrido por nuestra bella ciudad, señor Sidorkovs, mueve las fibras internas a todo aquel quien adore ésta ciudad especial, gracias.
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Solo puedo decir algo , que bella y moderna era Caracas que lastima que con El Paso del tiempo se halla deteriorado cómo está hoy día ..
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Creo que se ha deteriorado por la falta de educación, en general… a propósito de eso, se escribe: “Haya”
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Excelente material, gracias por estas luces, y conocer un poco mas de la historia de nuestra Caracas, estimado Sr. Sidorkovs
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