La Rotunda, el primer preso político o el último político preso

La Rotunda sobrevivió durante más de ochenta años sobre sus cimientos. El edificio proyectado como cárcel pública, fue comenzado a construir en 1844, durante la presidencia de Carlos Soublette  y terminado en 1854 cuando José Gregorio Monagas ejercía su mandato

Cuéntame:

La fachada de La Rotunda durante un día de visita cualquiera

–Lo llaman, lo buscan o como sea pero me lo meten preso
–Presidente, ¿dónde lo encarcelamos?
–En La Rotunda, pués. O es que esa cárcel la pusimos de adorno

Los guardias del presidente Juan Pablo Rojas Paul, se sentían confundido con dicha orden, porque La Rotunda fue reinaugurada, aunque no construida, por el propio Rojas Paul, el 14 de octubre de 1889, como casa de corrección, ya que había sido concebida para delincuentes comunes o muchachos descarriados, pero nunca, en el peor de todos los casos para opositores al Gobierno.

–Es que el General Joaquín Crespo cree que le vamos a permitir alborotar al país para que me tumbe. No señor, me lo meten en La Rotunda.

Antes de ser demolida, la temida prisión fue abierta al público. se convirtió en una especie de lugar turístico del terror

No terminaba el año 1889 cuando Joaquin Crespo descontento con el gobierno de Rojas organizó una expedición para tumbarlo. Al sentirse descubierto trató de huir a Trinidad, pero fue detenido y encarcelado en La Rotunda.

Joaquín Crespo (San Francisco de Cara, 1841 – La Mata Carmelera, 1898) Militar y político liberal venezolano que fue en dos ocasiones presidente de la república (1884-1886 y 1893-1898). A los 17 años se unió a la Revolución federal de Los Llanos (1858-1863). Realizó una brillante carrera militar, ingresó en el Partido Liberal y fue ministro de marina y de guerra en el gobierno de Antonio Guzmán Blanco. Nombrado presidente de la república (1884-1886) con el apoyo de Guzmán Blanco, Joaquín Crespo llevó a cabo una política liberal: trato de minar el poder de los caciques y favoreció la libertad de prensa, lo que produjo ciertos roces con su protector. Finalizado su mandato, viajó por América y a Europa y desde allí organizó una expedición para derrocar al presidente Juan Pablo Rojas. Al fracasar en su intento fue preso durante un corto tiempo y luego tuvo que salir de nuevo del país

En su carácter de ex presidente de la República, Crespo fue el primer preso político del país cuya celda estaba debidamente alfombrada y equipadas con muebles acordes con su persona.

Armando Chávez preso en la Rotunda con grillos de 34 kilos. Cipriano Castro fue el primero en ordenar que algunos presos de la Cárcel La Rotunda llevaran pesados grilletes en los tobillos y estuvieran amarradas las muñecas a esos grilletes.

 

No obstante, fue durante las dictaduras de Castro y Gómez que La Rotunda entró en posesión de la siniestra fama con la que se le recuerda históricamente.

Recluido en ella escribió José Rafael Pocaterra sus Memorias de un Venezolano en la Decadencia, quizás el escrito carcelario por excelencia de nuestra literatura.

José Rafael Pocaterra fue novelista, ensayista y poeta venezolano, considerado uno de los maestros del cuento venezolano del siglo XX. En 1907 fue encarcelado por su colaboración en el periódico opositor Caín. A su salida de la cárcel aceptó varios cargos públicos y comenzó a publicar sus primeras obras: las novelas El doctor Bebé (1910), en la que satirizó la figura de Samuel Eugenio Niño, un personaje muy vinculado al gobierno de Castro, y Vidas oscuras (1912)

En 1936, una vez muerto Gómez, su sucesor, el general Eleazar López Contreras dio orden de derrumbar La Rotunda.

En el interior de La Rotunda a la vista se aprecian los calabozos de la planta baja y alta

Antes fue abierta al público para que se visitara y fotografiara sus tristes instalaciones.

La antigua Plaza de la Concordia, construida bajo la administración del General Eleazar López Contreras en el sitio que ocupó la infame cárcel de La Rotunda

Posteriormente, y en honor a todos los que en La Rotunda sufrieron, fue construida en el mismo lugar lo que hoy conocemos como la Plaza La Concordia de Caracas.

La actual Plaza de la Concordia, sin dudas que deja mucho que desear